¿Dónde centramos nuestro trabajo como profesionales?
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Actualmente no está claro cuál es el papel de la Atención Temprana en la primera infancia. En algún momento de la historia se malinterpretó la forma de entenderla (concepción) y de llevarla a cabo (práctica) a pesar de estar descrito desde hace años en el Libro Blanco de Atención Temprana. GAT, 2000.
Desde el Equipo ReCREA, queremos trasladaros nuestra forma de entenderla a partir de una metáfora sencilla para recordar el papel protagonista de la familia en el proceso, así como contar con una escuela de calidad como gran aliada.
Confiamos en lograr la mejor versión de cada de los agentes implicados, familia, escuela y profesionales.
Pensar en el impacto que puede tener la terapia en un niño que va a atención temprana es como cuestionar la utilidad de una luz en el manillar de una bicicleta para facilitar que se desplace con soltura.
¿Sirve?, por supuesto y más cuando oscurece.
¿Es la linterna el elemento clave para que esa niña vaya más rápido o simplemente se desplace?
Depende, puede que sí, si permite alumbrar el camino para avanzar y seguir dando pedaladas en el caso de ser noche, pero no será indispensable en un día soleado o una tarde nublada, la luz brillará, pero no será lo que haga que se mueva.
Utilizamos esta comparación porque sentimos que como profesionales a veces nos centramos en el timbre, en la luz, en la cesta donde puede llevar el agua y no ponemos el foco suficiente en lo importante, en lo que va a facilitar realmente ese desplazamiento. Pinchamos en hueso si nos enfocamos en una condición específica y no somos capaces de parar, reflexionar y mirar el conjunto, el TODO.
Sabemos que todo es importante, pero si pudiésemos decir que algo es más imprescindible, eso es el estado en el que se encuentran las ruedas; son un elemento fundamental en una bicicleta, pues bien, para nosotras esas ruedas son la familia y la escuela. Contar con ellos y si están en la mejor forma posible permitirá elevar al máximo todas las oportunidades que tenga esa niña para avanzar.
Pero… ¿Puede recaer todo el peso entonces en las competencias de la familia y de la maestra?
No, esas ruedas por sí solas no pueden facilitar que la coordinación de movimientos sea eficaz. Forman parte del conjunto y por eso también depende de un chasis y ese chasis en la vida de esta niña o niño es el entorno; Entendiendo por entorno todas las personas, interacciones sensibles e incluso los recursos materiales.
Es por esto por lo que tenemos que mirar cómo son los recursos materiales y personales porque, o bien existen grandes barreras hacia la participación, la comunicación y la autonomía o existen oportunidades reales.
Si sabemos que no es igual de efectivo un chasis que tenga los frenos bien engrasados que una bici pesada que le cueste desplazarse o que se le salga constantemente la cadena, entenderemos que un niño necesita un entorno sensible y competente hacia todas las posibilidades que existen.
Pero incluso con unas ruedas muy bien hinchadas, un chasis ligero, funcional, bien conectado con los frenos, e incluso con las marchas elegidas de forma adecuada, hay veces que la bici no se mueve.
¿Qué no podemos olvidar? LA MOTIVACIÓN, ese es el motor para facilitar el desplazamiento, Ojo, no nos estamos refiriendo al plano físico, a los metros recorridos, si no que nos vamos a la conquista del plano psíquico y emocional.
Algunos conseguirán ir pedaleando solos, otros necesitarán empujar con sus pies, otros necesitarán ruedines y otros disfrutarán siendo llevados en el asiento auxiliar de la bici de mamá o papá.
Esperamos que esta reflexión os acerque nuestra forma de entender cómo es el acompañamiento que llevamos a cabo desde Atención Temprana en el que nos sentimos identificadas. Hace años lo hacíamos desde otro enfoque, más centrado en el niño, pero nos resistimos a enfocarnos sólo en la luz que alumbre el camino cuando hay todo un engranaje que podemos tener en cuenta para generar oportunidades.
Dice Albert Einstein que “La mente que se abre a una nueva idea, jamás volverá a su tamaño original”
Eso es lo que nos ha ocurrido a nosotras cambiando la mirada y te invitamos a reflexionar en este sentido; si fuésemos capaces de abrirnos hacia una visión más transcendente a la hora de contemplar al niño y a la familia, si pudiésemos comprometernos como miembros de un equipo quizá se abrirían miles de oportunidades en la vida de una familia.
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